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Peluqueros de la ciudad de Xalapa / Ryuichi Yahagi

Antes, había una peluquería al lado de mi casa natal y yo, cuando era pequeño, iba cada mes. Aquel entonces la peluquería tenía buen negocio y a veces tenía que esperar mucho tiempo. La mayoría de sus clientes eran hombres, y además era común que las mujeres iban a los salones estéticas, así que yo, por pensamiento infantil, creía simplemente que las peluquerías eran para los hombres y los salones estéticas para mujeres. Sin embargo, el tiempo ha pasado. Desde la época cuando yo estaba en la secundaria, la situación empezó a cambiar poco a poco. Antes no me faltaba esperar para que me cortaran el cabello, pero gradualmente hubo más ocasiones que llegó mi turno sin esperar. Por otro lado, como si estuvieran proporcionando, aumentó la cantidad de los salones estéticas en la ciudad. En ese tiempo, entré a la preparatoria y cuando me dí cuenta, ya había empezado de ir a un salón estética. Fue cuando cerraron la peluquería vecina.

No hacía caso este asunto hasta que llegué a México. Aún cuando empecé a vivir aquí, fue hace 13 años, no me interesaban casi nada las peluquerías. Además no tenía nada que ver con las peluquerías porque tenía cabello que llegaba hasta los hombros y lo tenía siempre amarado con una liga.

Cuando decidí cortarme el cabello fue después de que empezó a verse con más frecuencia los salones estéticas en esta ciudad Xalapa. Desde entonces, empecé a ver las peluquerías con más cuidado. El ambiente especial que tienen las peluquerías me hizo acordar la memoria de mi infancia y llegué a preocuparme de que las peluquerías mexicanas podrían seguir mismo camino que las japonesas.

26 de enero de 2005, me corté el cabello, o mejor dicho me rapé en una peluquería llamada “Peluquería FAYO” que está cerca de Los Lagos y que me había llamado atención desde antes. Desde ese momento, he ido cada mes a una peluquería xalapeña para raparme. Cuando me rapan, grabo el imagen de los peluqueros rapándome y llevo mi cabello a casa. Aparte tomo fotos del negocio y del peluquero trabajando, y hago una entrevista sencilla con él. La mayoría de los peluqueros tienen más de 50. Tienen pocos hijos que hereden su negocio. ¿Cómo irá cambiando las peluquerías en México? Quiero seguir con este trabajo hasta cuando pueda.

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